El origen de la forma arquitectónica
 
Forma, en sentido general, significa configuración esencial de alguna cosa. No puede concebirse por sí sola, ya que depende constantemente de otros conceptos, el de sustancia y el de materia. Para Aristóteles es el elemento inteligible de las cosas, determinando la materia que las constituye. Por otro lado “La forma, en cambio, es el aspecto interno de un objeto, su esencia, la suma de todos sus elementos esenciales:  figura, color, textura, opacidad, etc”  (ordoñez 2009) la forma viene a ser todo aquello que compone el objeto que no tiene que ver con su forma externa. Siendo así, su esencia.
 
Entendiendo lo que es forma, entendamos la importancia de la arquitectura. Para hacer esto hay que entender que desde el inicio siempre el hombre ha buscado trascender su propia mortalidad, es aquí donde la arquitectura juega un papel tan importante. Esta es reflejo del hombre, sus ideas, aspiraciones, creencias y deseos. Existe por y para el hombre, como su imagen frente al tiempo y otras civilizaciones.
 
¿Entonces qué es la forma arquitectónica? Es el resultado de la unión de diversas partes y elementos que en conjunto aprehenden un significado propio y único, estas partes y elementos se juntan para dar una forma definida.
Si bien hay muchas teorías que hablan sobre el origen de la forma arquitectónica, considero que está ligado a una serie de variaciones diversas, empezando por el nivel socioeconómico de la ciudad, las capacidades tecnológicas de la época, la cultura, el clima y esto se resume en la forma de componer.
 
Las herramientas de composición han cambiado constantemente a lo largo de la historia, y van de la mano junto al avance tecnológico, la cultura, y el estado socioeconómico. Es la muestra más clara de la evolución de la arquitectura y de los cambios que ha atravesado está a lo largo del tiempo, desde sus orígenes, donde no existía una teoría como tal, y todo era prueba y error, pasando a la época griega, donde se le da a la arquitectura su simbolismo divino, se eleva y se busca establecer una relación con el cielo. Luego esta toda la edad media, donde el foco del diseño es el interior, aparecen grandes catedrales. Surge el Gótico, las construcciones se hacen ligeras y de gran altura, buscando generar grandes vitrales e iluminación; la representación de lo sacro. Llega entonces el renacimiento y es una búsqueda por los clásicos, aparecen nuevas herramientas para la representación como lo es la perspectiva, la cual revoluciona y cambia la forma de construir. Junto a esto aparece la triada vitruviana, concepto que aun hoy en día es manejado en la arquitectura y que pese a todo parece aglomerar todo lo que hay que entender de arquitectura. Pasamos entonces a la época industrial, ya por el siglo XIX los nuevos materiales y el crecimiento descontrolado de la población impulsan nuevas formas de construcción. La forma de hacer arquitectura cambiaría radicalmente.
 
En el modernismo, se deja de lado la idea de que la función debe estar precedida por la forma. No es posible saber que pasa en el interior de los edificios por la forma que tienen. También, la arquitectura de Le Corbusier permite que el edificio no requiera tanta masa. Surgen los maestros Le Corbusier, el maestro de la forma, Wright el maestro del espacio y Mies, el maestro de la técnica. Importantes arquitectos que rompen con las formas y convenciones dadas.
Finalmente, en la época actual, ya no hay limitantes a la arquitectura, pues esta desliga la forma y la función, así mismo, la estructura no es un limitante para lo que se quiere construir. Es difícil determinar hasta qué punto los otros factores afectan el método compositivo, pero es innegable que este varia cada tanto y al hacerlo se crea nueva arquitectura.
 Cada forma compositiva es una herramienta diferente que crea arquitectura de un modo especifico y único. No es posible tener las construcciones modernas de hoy en día, si la masa siguiera siendo un punto importante en la composición moderna. Así pues, las formas compositivas generan sus propias formas características y únicas, hasta que un arquitecto lleve las cosas más allá y modifique la forma compositiva. Esta posee sus propias reglas y modo de aplicarse, pero con el tiempo va cambiando, dado que los arquitectos van cambiando.
 
El otro punto que origina la forma es el arquitecto. Ya se nos explicaba en Sources of architectural form, con el problema sujeto-objeto, que busca explicar la naturaleza y el origen del universo. Dado que no sabemos con certeza si el individuo es solo una parte más de la naturaleza, y sus acciones y todo lo que hace está determinado, o si bien es un pensador libre y sus acciones están ligadas a deseos personales. Si bien estas teorías tienen puntos de vista opuestos, sus límites se difuminan. Esto sucede igualmente con las teorías del conocimiento y de la forma. Al final todo se limita a la relación del sujeto y el objeto, donde uno aporta al otro continuamente. En el Libro de Hendrix, se nos habla del espacio psicofisiológico, un espacio aparte al geométrico o al de la perspectiva, el espacio de sueños, el cual no posee puntos de vista fijos o mejores unos que otros, sino que es donde los distintos conceptos y significados se almacenan. Es aquí donde la relación sujeto-objeto es clara y no está ligada a la realidad estática. Todo objeto puede cambiar y transformarse libremente en sus múltiples significados, y se tienen todas las formas de mirar al mundo por parte de la persona dueña del espacio psicofisiológico, estas varían según persona.
 
Con lo anterior, quiero mostrar como la forma de construcción de cada tiempo varían, pero así mismo, también cada persona posee experiencias y definiciones propias y únicas que harán que esta no diseñe del mismo modo que otra. Siempre que se diseñe, se remitirá a su propio espacio psicofisiológico, donde tomara nota de sus anteriores percepciones y según que ha visto a lo largo de su vida y su propia manera de ser, se creara algo que afectara al mundo de forma única para cada sujeto, y a aquellos que inspire los hará diseñar otras cosas que continuaran con este ciclo. Conforme el mundo y el sujeto van interactuando, ambos van cambiando, y con este cambio constante, es imposible precisar un origen arquitectónico. Incluso en la época renacentista, donde la mirada se volcó a los clásicos, no se crearon nuevos templos griegos, sino que se adaptó el estilo constructivo a la arquitectura de esa época y se creó una nueva manera de hacer forma. Esto duro un tiempo hasta que nuevos arquitectos llegaron y quisieron cambiar la formula y poco a poco esto fue pasando, explorando los límites, yendo más allá.
 
Es a mi parecer, que origen de la forma es del todo inexacto, dado los múltiples factores que hemos visto hasta ahora. Las formas compositivas están en constante cambio y evolución y conforme evolucionan, los nuevos arquitectos que llegan a este mundo son afectados por ello; las cambian y son cambiados, por no mencionar todo el recorrido previo y las edificaciones de épocas pasadas que se mantienen en pie, estas afectan a todo aquel que las mira, pues muestra sus formas compositivas únicas y esto se queda en el subconsciente de sus observadores para afectar de un modo u otro la forma compositiva que se use más adelante.
 
No es posible hablar de un origen único de la forma, sino que cada sujeto que construye se convierte en factor del origen de la forma de todos aquellos que miren su obra, así pues, el origen está tanto en la forma de percibir el mundo, único en cada persona, y en todo lo creado hasta el momento, según como sea observado, y según el sujeto, y su forma compositiva, la forma en arquitectura tendrá infinitas expresiones y variaciones.
 
 
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